lunes, 31 de diciembre de 2007
¡Feliz 2008 a todos!
Este año que hoy dejamos atrás ha tenido un final bastante triste y complicado para nosotros, pero intentamos salir adelante con los recuerdos de todas las cosas buenas que han ido pasando a lo largo de estos doce meses...
Empezamos el año en Times Square, en una de nuestras ciudades preferidas: Nueva York... donde pasamos una maravillosa semana, celebrando la entrada del año patinando en la pista de hielo del Rockefeller Center... ¡más romántico imposible!
Fuimos 'sobreviviendo' el año gracias a uno de nuestros pasatiempos favoritos: viajar. Estuvimos en Suecia, Japón y Canadá, reencontrándonos con amigos y familiares a los que no podemos ver tanto como nos gustaría... y también tuvimos tiempo de hacernos una escapadita romántica (y sorpresa para Luis) a París, que sin duda fue muy especial, aunque corta (y se decidió que habría que repetirla con más tiempo, jejejeje).
Ha sido un año de nacimientos y de embarazos: el pequeño Oriol llegó a nuestra familia y la revolucionó entera, siendo el primer peque que nacía en mucho tiempo. Además, nacía Emi, la segunda hija de unos buenos amigos, Yasu y Florence... y amigos como Sandra y Daniel, Mauro y Maite y Miguel Ángel y Camino nos anunciaban sus embarazos... para todos ellos, 2008 será un año de lo más especial... ¡y nos ilusiona poder disfrutarlo con ellos!
Ha habido muchas otras pequeñas cosas que nos han alegrado los días, como el proyecto de fin de carrera de Luis, que por fín leyó; muchas fotos que hemos hecho y técnicas aprendidas (aquí la Lau practicando con su nueva cámara 400D y Luis con su 1D); muchos amigos con los que hemos compartido tardes y noches, mucha gente a la que hemos conocido... y eso es lo que intentamos recordar en una noche como ésta, cuando echamos en falta a alguien muy especial que hace tan poco ha dejado de estar entre nosotros.
Un beso a todos... y ¡feliz 2008!
Lau
Fotos de Canadá
Mini-post para comentaros que ya he subido algunas fotos de Canadá en mi página de Multiply, que podéis ver aquí.
Espero que dentro de poco podamos subir la crónica del viaje, ^_^.
Besetes y Feliz Año Nuevo a todos!
Lau
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Hello everyone!
Mini-post to tell you all I've already posted some pictures of our trip to Canada in my Multiply site which you can see clicking just here.
I hope we can start posting our chronicles soon, ^_^.
Lots of kisses and a Happy New Year to you all!
Lau
sábado, 29 de diciembre de 2007
Se acabó la espera
Pues bien, cuando llegamos a Madrid, con una de nuestras maletas, nos dijeron que la otra se había quedado en Londres (Heathrow era un auténtico caos, el día anterior se habían cancelado 150 vuelos, así que casi lo "entendimos" e intentamos ser "comprensivos") y como el día siguiente era Navidad no la tendríamos hasta el 26 de diciembre por la tarde. Nos cabreamos, claro, pero ya nos estamos haciendo expertos en la materia y, al final, qué le vas a hacer.
Total, que el 26 llamamos a British Airways para confirmar y allí empezó el calvario. Asalto 1: el día 26 nos dicen que han llegado muchas maletas de Londres y que no podrán 'clasificarlas' hasta por la noche, así que hasta el 27 no tendremos la maleta; Asalto 2: el día 27 nos dicen que la maleta salió el día 26 a las 12h de Londres pero que no saben nada más, que hay que esperar a que el servicio de handling del aeropuerto de Madrid actualice los datos, ah, pues muy bien, sí señor, a esperar, total...; Asalto 3: Ahora nos dicen que no saben si la maleta salió, si en efecto llegó a Madrid... que no saben nada, vaya, ¡pues mira qué bien! Y cuando les preguntamos qué más podemos hacer, tampoco saben decirnos nada... la monda.
Hartos hartísimos y con la experiencia de la perdida de nuestra maleta en San Francisco (fue exactamente igual de caótica la información y al final la maleta estaba ahí, abandonada, en el aeropuerto, donde fuimos a buscarla nosotros), hemos decidido dar el último asalto, el definitivo, así que nos hemos ido al aeropuerto a buscar nuestra maleta, pues estábamos seguros de que estaba allí.
Llegamos al aeropuerto, vamos a la oficina de equipajes extraviados de la terminal de llegadas y les mentimos un poquito, ^_^, diciéndoles que nos han recomendado ir al aeropuerto a ver si nuestra maleta está ahí. El chico lo flipa (y yo riéndome por dentro, jejejejeje) y nos pregunta quién nos ha recomendado eso, así que bordería al canto: "hemos llamado tantas veces pidiendo información, que por cierto no nos han dado, y hemos hablado con tanta gente que yo qué sé quién nos lo ha dicho". Hoooooooombre, es que cansaditos estamos ya. Total, el chico nos ve tan dispuestos a pasar y encontrar nuestra maleta que nos permite entrar a la zona de recogida de equipajes... Cruzamos la puerta, le enseñamos el 'permiso' a uno de los guardias y nos vamos a las oficinas internas de la zona de recogida de equipajes. Allí, nos acompañan a una sala donde tienen las maletas extraviadas... ¡y allí no está! Bajón total, pero todavía hay esperanza. Parece ser que hay otra sala, pero según una de las chicas, allí no debería estar porque todas las maletas de Biritsh Airways están en esa sala donde nos encontramos. Vale, vale, lo que quieras, pero yo me voy a la otra sala a ver si está ahí y... ¡sí estaba! Si es que...
Lo más fuerte es que la maleta había perdido el tag en algún momento desde Londres hasta Madrid, es decir, llegó sin tag, con lo cual podemos entender que hubiera algún problema. Lo que no logramos entender es que hubieran abierto el identificador, COPIADO los datos (nombres, dirección y teléfono) al ordenador e imprimido los mismos, colgando una copia en la maleta... ¡y nadie nos llamó! Es vergonzoso. Parece ser que cuando llegan sin tag, esperan cinco días (no sé muy bien a qué, ¿a qué explote la maleta y desaparezca?) y ya luego ven qué pueden hacer con ella... Yo es que no lo entiendo, si haces el esfuerzo de copiar los datos del identificador personal de maletas a tu ordenador, ¿no podrías hacer el esfuerzo de llamar y avisar al dueño? No, parece ser que eso es demasiado trabajo.
En fin, es triste que estas cosas sólo parecen solucionarse de manera "proactiva": eres TÚ quien tiene que decir 'a tomar por saco con tanto teléfono y tanta desinformación, me voy al aeropuerto a buscar mi maleta' o 'si hay 20 salas, quiero verlas todas, me da igual si en ésa no debería estar'... es vergonzoso.
Pero bueno, hay que ser positivos... el "ice wine" que traíamos en la maleta ya se está enfriando en la nevera... ¡me voy a tomar un chupitín después de cenar! Jejejejejee...
Besines,
Lau
martes, 25 de diciembre de 2007
En casa por Navidad
domingo, 9 de diciembre de 2007
Lost in Translation XI – Kamakura y Tokio
Lost in Translation XI –
Lunes 20 de agosto
Queremos dedicar la mañana a Kamakura, una ciudad que fue capital de Japón entre 1185 y 1333 y que por su proximidad a Tokio, es la escapada ideal de un día. Kamakura tiene muchísimos templos budistas, pero nosotros vamos con uno concreto en mente: visitar el Daibutsu, la atracción más conocida de Kamakura.
El Daibutsu, o Gran Buda, se terminó de esculpir en 1252 y aunque en el pasado ocupaba una sala enorme, en la actualidad el Buda está al aire libre (parece ser que la sala fue arrasada por un tsunami en 1495). El grandioso Buda está tallado en bronce, pesa unas 850 toneladas y mide
Al salir, y después de hidratarnos un poco (¡qué calorazo que hace!) nos acercamos a otro templo de la zona, el Hase Dera, también conocido como Hase Kannon-ji.
El templo tiene un jardín muy bonito y una colección de estatuas de jizô que representan a las almas de los niños fallecidos. Están todas alineadas, hay un montón y estremece pensar que cada una de ellas ha sido colocada ahí por una familia que ha perdido a un niño. En invierno, además, es tradicional que las madres abriguen a las estatuas con gorritos y abriguitos, para que no pasen frío... Ahora en verano, no es así, aunque encontramos alguna que otra con su gorrito de lana, y sobre todo, algunas ofrendas de videojuegos y cosas parecidas, ya que los padres han llevado a las estatuas, en las que están las almas de sus hijos, aquello que más les gustaba a estos:
Además de la estremecedora imagen de las estatuas, el templo es famoso por su estatua de Kannon, diosa de la piedad y de compasión infinita, una de las deidades budistas más importantes de Japón. Se cree que
Después de pasear un buen rato por el templo y sentarnos un rato en lo alto de su terraza, desde donde se tienen vistas espectaculares de Kamakura y del mar, vamos al centro de la ciudad a comer algo. Acabamos en un restaurante muy familiar, todo lleno de clientes habituales japoneses y ni un sólo extranjero, especializado en tonkatsu (carne empanada), donde nos tratan con verdadero cariño (creo que nunca han visto un guiri en su local, ^_^) y nos sirven unos platos espectaculares de tonkatsu… ¡qué bueno!
Cogemos el tren de vuelta a Tokio y decidimos ir a pasear por uno de los barrios más pijos de la ciudad: Ginza. En sus calles, podemos encontrar desde las tiendas de diseñadores más cool hasta los showrooms de marcas electrónicas punteras… todo en escaparates súper guais y tiendas súper molonas, ^_^, rodeados de grandes anuncios de neón en todos y cada uno de los edificios. Así que paseamos por la zona, echamos un vistazo al Kabuki-za, el teatro más conocido donde se representa Kabuki, que justo está hasta arriba de gente porque acaba de terminar una representación, así que seguimos andando y acabamos entrando en el Sony Showroom, en la entrada del cual hay un enorme acuario, ¡toma ya! Aquí una imagen de Ginza:
Después de dar unas vueltecitas viendo los últimos gadgets de Sony, nos acercamos al Canon Showroom, donde Luis pudo tener en sus manos la 40D y la 1Ds Mark III… ¡cuando en España no se habían visto todavía! :D Porque había un guardia de seguridad y éramos los únicos en la sala, que daban unas ganas de salir corriendo con ellas... Finalmente, tras ver estas camaritas, nos vamos a
Una vez paseado el barrio, decidimos coger la línea Yamanote (cómo no, la omnipresente línea Yamanote, que te lleva a casi cualquier rincón de los importantes en Tokio) e irnos a otro barrio de Tokio: Shibuya, un barrio donde se junta la gente joven más moderna, que sigue un estilo de moda muy concreto y estrafalario a menudo… En este barrio es donde se encuentra la famosa estatua del perro Hachiko: en la década de los años veinte, un profesor que vivía cerca de la estación de Shibuya tenía un perro de raza akita que iba cada día a la estación a esperar el regreso de su amo. El hombre falleció en 1925, pero el perro le siguió esperando fielmente en la estación hasta que murió 11 años después. Su fidelidad no pasó desapercibida y por ello los japoneses levantaron una estatua en su memoria. Una de las estampas más conocidas de Shibuya:
Pero lo que realmente queríamos ver en Shibuya era la ‘Colina de los hoteles del amor’, una zona repleta de love-hotels para todos los gustos, ¡qué barbaridad! Hay un montón y todos con bastante clientela, jejejeje. Lástima que no se pueda ver mucho, porque lógicamente, las entradas a todos ellos son bastante poco accesibles a no ser que realmente quieras alojarte allí.
Bastante cansados del paseo que nos hemos dado, decidimos volver al ‘barrio’ (es decir, a Shinjuku) y cenar en Yuraku-cho, en el callejón de los yakitori (brochetas de pollo y otras carnes o verduras asadas al carbón y ensartadas en una brocheta) situado bajo las vías de
Salimos algo decepcionados, porque nos gusta el yakitori, pero el típico (no asquerosidades como la piel, el hígado o las entrañas), pero claro, tenemos hambre y nos apetece tener un buen recuerdo del callejón (sí, somos unos masoquistas y unos cafres, qué pasa, ^_^), así que entramos en otro sitio, donde además de yakitori, comemos yaki-onigiri (bolas de arroz fritas) y alguna cosita más. Por desgracia, el hígado también se cuela por ahí y nos entra el asco de nuevo… a lo que Laura proclama que nunca más comerá yakitori en el callejón de los yakitori.
Para quitarnos el mal sabor de boca, decidimos terminar la noche (aunque ya es bastante tarde) en un karaoke!!!!! Contratamos un par de horas con nomi-hodai (bebe todo lo que quieras) y ale, ¡a cantar! Pero nos viciamos tanto cantando y bebiendo que acabamos contratando una hora más in situ, y tan contentos en nuestra salita, jejejejee... ¡qué bien lo pasamos! (y qué mal cantamos algunas canciones, jejejeje). Hay muchas fotos embarazosas, jejejejee... un ejemplo:
Luis se puso ciego a combinados alcohólicos a base de Calpis, su bebida japonesa favorita, tanto la normal como la de sabores, y acabó la noche cantando "More than this", de Roxy Music, emulando a Bill Murray en Lost in Translation, que si recordáis la canta en un karaoke y la destroza bastante. Luis no la destrozó tanto jajaja... Ciertamente fue un buen final de noche…
Próximo capítulo: Hakone
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Una de cocina japonesa
Para cocinar algo especial, eso sí, tengo que tener tiempo.... me gusta entir que no estoy apurada de tiempo, que puedo dedicarme a ello y disfrutar de cada minuto del proceso. Y no sé si os pasará a vosotros, pero cuando estoy siguiendo una receta (ya sea mental o sacada de uno de mis múltiples recetarios), siento como el cuerpo se relaja y la mente, a pesar de seguir funcionando y pensando en problemas y alegrías y cosas varias, también está más tranquila. He descubierto que cocinar e ir al gimnasio son dos cosas que tranquilizan mi mente (¡y suerte! Al menos puedo ir al gimnasio a quemar lo que he cocinado, jejejejee).
Bueno, que me enrollo... os quería poner un par de fotitos que tenía por aquí guardadas y que no había publicado todavía (ni aquí, ni en las recetas de japonismo.com). La primera de ellas es de un gyudon que solemos hacer en equipo en casa, para comer. Sí, sí, un cuenco de arroz con ternera. Si queréis la receta, sólo tenéis que ir a la página de recetas de japonismo, justo aquí, ^_^. ¿A que tiene buena pinta?
Y luego os quería mostrar los onigiri (bolas de arroz rellenas) y yaki-onigiri (bolas de arroz rellenas y fritas en una mezcla especial) que hice este fin de semana... ¡quedaron es-pec-ta-cu-la-res! Después de unos cuantos intentos, ya le he cogido el puntito a la mezcla para cocer los yaki-onigiri y esta vez salieron de muerte... ¡bueníiiiiiisimos! Mirad, mirad:
Bueno, ya seguiré actualizando con más platitos, que este fin de semana pasado también hice moussaka, por ejemplo, :D
Besines,
Lau
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I'm updating the blog with a couple of pictures of Japanese food I made at home. The first is a gyudon I made together with Luis. Looks delicious, doesn't it? The second is some onigiri and yaki-onigiri I made last Sunday, which were absolutely superb! I've finally got the right mixture for the yaki-onigiri, very proud me!!!!!!
Love,
Lau
sábado, 1 de diciembre de 2007
The show must go on
El silencio de Puenteaereo no ha sido casual, pues desde mi cumpleaños hemos pasado unas semanas muy complicadas y es que después de cinco años y medio luchando contra un cáncer, el padre de Luis finalmente falleció el pasado domingo 25 de noviembre, con tan sólo 54 años. Han sido días muy duros y os agradezco a todos los que habéis venido a vernos, habéis llamado, os habéis preocupado y nos habéis hecho compañía... a Luis le viene muy bien vuestra atención/compañía, le distraéis y le hacéis reír y yo sólo puedo agradecéroslo a todos. Mil gracias, de verdad.
Y la vida sigue...
... y qué caprichosa es la vida, por cierto, cómo mueve los hilos de este teatro de títeres del que somos protagonistas a su antojo. Ya sabéis todos que estábamos buscando otro piso de alquiler, que queríamos cambiarnos de casa (pues esta cuevecita de 45m2 que ha sido nuestro hogar se nos ha quedado ya pequeña), pues bien ha sido durante estas últimas semanas cuando hemos encontrado otro piso, en nuestro mismo barrio, a pocos metros de donde vivimos ahora. Es un pisito de 90m2, muy luminoso, con dos habitaciones, un balconcito donde poder poner mis flores, ^_^, un salón donde invitar a familia y amigos a comer "decentemente" y una cocina espaciosa donde hacer mil recetas... ¡estamos muy ilusionados! Ayer firmamos el pre-contrato, así que ya es oficial: ¡nos mudamos a principios de febrero!
Y la vida sigue...
... y por ello fuimos a un concierto en el teatro Calderón, bajo el marco del Festival Únicas: la cantante portuguesa de fado Misia con su "Lisboarium". Fue un concierto buenísimo: Misia es una cantante impresionante y sus fados nos sorprendieron, como también nos sorprendió su naturalidad y buen rollo en el escenario... ¡qué bien hablaba español y cómo se enrollaba contando batallitas!
En Lisboarium Misia canta a Lisboa, a sus calles, a su imaginario, a sus poetas, en un sueño de su amor por el fado y por la evocación lírica de la ciudad.
El espectáculo comienza con una introducción musical en un recorrido a través de la obra de grandes compositores y guitarristas de principios del siglo XX hasta nuestros días (Armandinho, José Nunes, Jaime Santos, Fontes Rocha, José Manuel Neto) con una “guitarrada” efectuada con guitarra portuguesa de doce cuerdas y viola de fado. Misia interpreta a continuación, sobre la música del fado tradicional, los textos de los grandes poetas contemporáneos escritos especialmente para su voz: de Vasco Graça Moura el “Fado St. Catarina, Vaivén” de Lídia Jorge “Fado do retorno”, de Mario Cláudio “Da vida quiero os sinais”, de José Saramago “Fado adivinha II”, de Agustina Bessa-Luís “Garra dos sentidos” o “Coraçao agulha” de Paulo José Miranda y “Se nosso mundo anoiteceu” de José Luis Peixoto. La poesía de Fernando Pessoa tendrá un lugar de honor gracias a tres de los poemas ya grabados por Mísia: “ Dança de Magoas”, “Par Rêve” y “Orfeo de um sonho suspenso”.
... y por ello hemos decidido seguir adelante con nuestros planes de vacaciones. Dudamos un poco, pero ahora creemos que es lo mejor y que a Luis le vendrá bien el cambio de aire, así que puedo confirmar que ¡nos vamos una semanita a Canadá! Vamos a pasar unos días en casa de los tíos de Luis en London, Ontario, vamos a ir con ellos a las Cataratas del Niagara y después vamos a pasar unos días en Toronto. ¡Qué ganas!
Y la vida sigue...
... y por ello, ¡nos hemos comprado la Wii! Es nuestro auto-regalo de Navidad y decidimos comparlo ya porque sí, porque nos apetecía y no queríamos esperar más, jejejeje... Ahora tocará pensar algún otro detallito para el nene, jejejeje...
Y la vida sigue...
... y por ello, os dejo porque las labores del hogar me llaman, jajajajaa.
Un beso a todos y de nuevo, muchas gracias.
Lau
domingo, 18 de noviembre de 2007
Celebraciones cumpleañeras
Ay, claro, no os he contado que el martes Luis ya me dio mi primer regalo.... ¡si es que el nene estaba tan emocionado que no pudo esperar y dijo que me haría el regalo en tres partes: uno el martes, otro el jueves y otro el sábado! ¡Pues genial! El martes fue toda una sorpresa, la verdad, pues me reagló un ipod nano de tercera generación... ¡toma ya! Directamente traído desde EEUU por Tom y Karen (¡gracias chicos!). Es más mooooonooooooo, mirad, miras:
El jueves me regaló dos libros con sus respectivos CDs, ¡para aprender portugués! Uno de gramática y vocabulario y otro de lecturas... ¡qué guay! Hace tiempo que decía que quería aprender portugués, así que ahora ya no tengo excusa...¡a estudiar toca! Me hizo muchísima ilusión, sinceramente, jejejejeje...
Y finalmente, el sábado, teníamos una cena romántica sorpresa. Yo no sabía dónde era ni nada, sólo sabía que era una sitio algo "pijo" y céntrico... así que después de ponerme guapa para la ocasión, a las 21:00h se descubrió la sorpresa: Luis había reservado mesa en el restaurante de Hotel Urban (único hotel 5 estrellas Grand Luxe de Madrid): el Europa Decó. ¡Qué maravilla! Os dejamos con una imagen de la entrada/vestíbulo del restaurante:
Y una imagen del restaurante:
Para empezar, la casa nos ofreció dos aperitivos: unos rollitos de sushi deliciosos y una mezcla de sabores a base de unos daditos de tomate, unas alubias pochas y unas setas, con una salsa especial. ¡Todo delicioso! Vistas las cartas (¡y qué cartas! Yo no sabía qué elegir, tenía todo una pinta impresionante!) empezamos el festín con unos entrantes: Luis escogió el tártar de toro (ventresca de atún rojo) con gelatina de aguamarina y yo pedí virutas de foie con reducción de Pedro Ximénez. Y vaya sorpresa cuando llegaron los platos, ¡eran enormeeeeeeeees! Pero enoooooormes de verdad, eh! De hecho, yo me comí la mitad, más o menos, de mi primero y ya estaba a tope... así que aquellos que pensabais que era un restaurante tan pijín que uno se quedaba con hambre, ya podéis cambiar de opinión, porque como dice un buen amigo nuestro, salimos "tupíos".
Detalle de la mesa:
Cuando conseguimos terminarnos los íncreiblemente grandes primeros, nos sirvieron los segundos: Luis se había pedido solomillo de wagyu en tataki con ensalada, mientras que yo me había pedido el pato azulón con pimienta de Jamaica y cuscus de pera. Y otra vez, ¡vaya platazos! Y qué delíiiiiiiiiiiiiiiiicia... estaba todo buenísimo. Fue interesante probar el buey de Kobe (ya sabéis, les dan cerveza para beber y les masajean para que la carne sea todavía más tiernecita) y deciros que el pato estaba deliciosiiiiiisimo (esa pimienta de Jamaica realmente le da un toque distinto) y que el cuscus fue toda una maravilla... estaba buenísimo, no me esperaba para nada ese sabor: tenía daditos de pera, unas pasitas muy pequeñitas y alguna cosa más que no supe adivinar, pero la mezcla era explosiva e increíblemente deliciosa. Todo ello lo regamos con un Reserva de Pago de Carraovejas (Ribera del Duero), buenísimo, que se nos fue subiendo a la cabecita, jejejeje.
Otro detalle:
De postre, Luis escogió unos raviolis con helado y crema de chocolate y yo, que estaba tope y no podía más, me decidí por algo más ligero, una macedonia de frutas con sorbete helado de champán y jugo de fruta de la pasión. ¿Y qué podemos decir? Pues que estaba todo buenísimo, de verdad, una maravilla. Además, por recomendación de la casa, Luis acompañó su postre con un moscatel blanco que estaba buenísimo también... :D
Fue una velada maravillosa, sinceramente. Y para darle un toque final, decidimos ir al bar del hotel, el llamado Glass Bar, a tomarnos una última copa, una coctelería donde el cristal es el gran protagonista:
Así que allí nos sentamos en los sofás, nos tomamos unas copas y charlamos un buen rato... a esperar a que unos amigos nuestros llegaran del partido España-Suecia. Y es que Mathias, al que vimos en Semana Santa en Gotemburgo, había venido a Madrid para ver el partido de su selección, así que habíamos quedado que nos veríamos después de cenar para tomar una copichuela. Sobre la una y pico, nos juntamos con Mathias y otro amigo, Raul, para tomarnos una última copa en Huertas... ¡qué guay fue verle de nuevo, esta vez en Madrid! Estuvimos charlando un buen rato, hasta que Mathias decidió irse al hostal a dormir, que hoy domingo tenía que levantarse bastante temprano para volver a Suecia... ¡muchas gracias Mathias, nos encantó verte!
Y esta fue nuestra noche cumpleañera. Comida de lujo en un ambiente muy especial con una maravillosa compañía... y fin de fiesta con un amigo que vive lejos, ¿qué más se puede pedir?
Besines,
Lau
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We celebrated my 29th birthday going to the super-posh Hotel Urban's restaurant called Europa Decó. The food was amazing, the staff incredibly helpful and the atmosphere very romantic... so it was lovely. We ate looooots, drank lots and ended up at Hotel Urban's trendy Glass Bar for a drink. Afterwards, we met a Swedish friend, who was in Madrid to see the Spain vs. Sweden match and put an end to the night having a beer with him. It was a fantastic birthday night!
domingo, 11 de noviembre de 2007
Lost in Traslation X - Tokio
Lost in Translation X – Tokio
Domingo 19 de agosto
Empezamos la mañana acercándonos a la estación de “nuestro barrio", Shinjuku, a comprar billetes de tren para ir a Hakone un par de días después, y cogemos el Romance Car, un tren de la compañía privada Odakyu, que es muy famoso entre los japoneses para hacer el trayecto hasta Hakone. Además, nos compramos
Al llegar, nos decidimos por una de las dos torres gemelas que tienen mirador con vistas panorámicas, pasamos el control de seguridad y tomamos el ascensor. Tardamos muy poco en llegar arriba, ¡qué rapidez! Y ale, vistas panorámicas de toda la ciudad... y encima gratis, ¡mola! Vemos todo Tokio a nuestros pies, hasta donde llega nuestra vista. Intentamos ver el Monte Fuji, que se puede ver, pero nada, sigue escondido detrás del telón de contaminación y humedad del verano. Laura empieza a decir algo que dirá muchos días en Tokio: el Monte Fuji no existe, es una invención :D… ¡pero si es que es imposible verlo! Un ejemplo de las vistas:
Al bajar, damos un paseo por el parque adyacente al edificio, lleno de esculturas de arte moderno y decidimos ir en metro hasta Harajuku, para empezar visitando el Santuario de Meiji y ver a los frikis de la zona. Sí, frikis, porque en fin de semana, son muchos los jóvenes japoneses que se disfrazan con todo tipo de trapos y se juntan en la zona. Cuando llegamos a Harajuku, todavía no hay mucho movimiento frikil, quizás en parte por la hora y por el inmenso calor que hace, así que nos adentramos en el santuario de Meiji, que fue construido en memoria del emperador Meiji y la emperatriz Shôken. Como tantas otras cosas, fue destruido durante los bombardeos de
Para entrar al santuario, hay que pasar por debajo de tres torii y dar un largo paseo por un ancho camino, con árboles a ambos lados, hasta llegar al final al santuario. Y son tres los torii porque cuando pasas por debajo de uno, quedas purificado, pero la purificación sólo se mantiene en línea recta, y como el camino tiene dos giros, es necesario poner más torii. A mitad de camino, se nos acerca un grupo de universitarios japoneses. Nos preguntan si hablamos inglés y al decirles que sí, nos explican que son de un club universitario (¡qué típico!) llamado "English Conversational Club", es decir, un club de conversación en inglés. Nos proponen acompañarnos en nuestra visita al santuario mientras nos comentan cosas interesantes del sitio. La entrada al santuario:
Nos caen bien, parecen simpáticos y tienen muchas ganas de practicar inglés los pobres, así que les decimos que okay y ale, seguimos caminando hacia el santuario, ahora con compañía y hablando en inglés. La que parece la líder del grupo (todos acuden a ella cuando no encuentran una palabra) es casi la que peor habla, jejejee, Laura tiene que aguantarse la risa cada vez que la chica habla, porque intenta pronunciar tan bien y tan guay, ¡que es difícil entenderla! Vamos todos juntos, charlando hasta llegar al santuario. Allí, nos empiezan a contar cosas interesantes del templo. Según dicen, aquí se celebran muchas bodas, porque el matrimonio Meiji fue largo y feliz (o al menos, eso dicen, ^_^), así que nos hacen una foto delante de dos árboles en medio del patio principal, entrelazados como si de un matrimonio se tratara, para que el nuestro sea próspero y feliz como el de los Meiji. Pues vale, ^_^:
Nos cuentan un montón de cosas más, como las miles de marcas que hay en las puertas de entrada al altar, producto de los millones de japoneses que se acercan al templo en Año Nuevo y lanzan una moneda de cinco yenes, que muchas veces impacta directamente en las puertas, sin alcanzar su destino real, y dejan, por tanto, marcas en la madera. Nos acercamos al altar del santuario, donde el chico del grupo nos explica las diferencias a la hora de rezar entre la religión budista y la sintoísta… les cuesta encontrar las palabras, a veces, pero son muy simpáticos, jejejeje. Una vez visitado el santuario, nos despedimos de los chicos mientras vemos cómo unos recién casados salen del santuario, en procesión, acompañados de sus familiares y amigos más cercanos. Laura no para de decir que pobre novia, con ese gorro horroroso que se utiliza literalmente para ‘cubrir los cuernos de la mujer’ (lo flipas... ). En fin, los chicos del club se ríen de los cuernos y de todo, nos hacemos una fotito para recordar el momento, nos despedimos y nos sentamos un ratito a descansar, aquí los tenéis:
Mientras descansamos, vemos cómo llega otra novia, acompañada de sus familiares, para casarse. Al rato, ya sale con su marido, casados. Es interesante ver los trajes, la procesión, el ritmo... Cuando estamos viendo las fotos que hemos hecho, aparece otra novia... ¡Toma ya! Realmente este santuario es una máquina de hacer bodas… Sobre todo porque las bodas japonesas al estilo sintoísta son mucho más cortas que las católicas! En fin, os dejamos con una foto de una de las bodas que vimos:
Salimos del santuario y nos paramos un rato en el Jingu-bashi, es decir, el puente que está justo a la entrada del santuario, donde se juntan los ya mencionados frikis más frikis de Tokio vestidos con sus mejores disfraces de... de... de todo: desde lolitas góticas, hasta lolitas muñequitas, momias, soldados de
Todavía es algo temprano y hace mucho calor (y el sol da justo sobre el puente), así que decidimos volver más tarde para ver el ambientillo frikil y nos vamos a pasear por una de las calles más famosas de Harajuku, el callejón Takeshita-dori, lleno de tiendas de ropa y accesorios, donde la juventud que se mueve por el barrio puede comprar de todo para ir a la moda (o no ir a la moda, ^_^). Que si vestidos de lolita gótica, que si vestidos de colegiala virginal, que si tiendas de dudosa reputación… Una callejuela llena de ambientazo:
En fin, finalmente, acabamos paseando por otra de las calles más conocidas del barrio, completamente distinta a la anterior, Omotesandô, llena de cafés, restaurantes y boutiques de las caras. Que si Channel, que si Louis Vuitton, que si Tiffany's... en fin, nada que ver con Takeshita-dori. Entre tanta boutique nos ha entrado hambre, que ya empieza a ser hora de comer, así que acabamos en un restaurante con una extensa carta y bar de bebidas (se puede beber todo lo que se quiera) y comemos tranquilamente. Luis, aprovechando que tienen Calpis, se pone hasta arriba, a veces sólo de Calpis, y otras veces de Calpis con zumo de frambuesa, como hacen los chavalillos japoneses.
A la salida, decidimos pasear un poco más por el pijo Omotesandô para acercarnos al parque Yoyogi, que al ser domingo está en su máximo apogeo: vemos a grupos de japoneses vestidos en cuero negro, con inmensísimos tupés a lo Elvis (aunque sus tupés pondrían verde de la envidia al propio Elvis), bailando rock'n'roll al más puro estilo rockabilly, mirad, mirad:
A chicas vestidas de años cincuenta, en plan Grease total, bailando rock de la época. A grupos y más grupos de música, tocando sus canciones e intentando vender sus CDs (algunos tienen fans y todo, y algunos hasta lo hacen bien). En fin, un espectáculo total:
Después de un buen paseo por el parque para ver la ‘fauna’, acabamos otra vez en Jingu Bashi, que está ahora repletito de frikis disfrazados. Vemos de todo... indescriptible, mejor ver fotos porque no podríamos definir los disfraces y el montón de gente que había. Si hasta había un fotógrafo profesional haciendo una sesión de fotos para algún libro sobre la fauna cosplay de Harajuku... Ahí van algunas fotos:
Posando en pareja:
En pareja, haciendo el chorra:
Lolita simpatiquísima, posando para nosotros:
Mmmm... indescriptible:
Ídem:¡Qué mona ella!
Y ahora con su amiguita, ^_^:
Decidimos dejar tanto frikismo japonés atrás, coger el metro e ir al Palacio Imperial, el hogar del emperador de Japón y de la familia imperial. En realidad, no se puede entrar al palacio y casi ni verlo, pero si se puede pasear por los jardines de su alrededor, y eso es lo que hacemos. El palacio se reconstruyó en 1968, después de que los bombardeos de, sí, lo habéis adivinado,
Justo cuando llegamos a la zona más fotográfica de todas, la zona de Nijü-bashi, se nos acerca un abuelillo japonés que también quiere practicar inglés. Parece simpático, así que le dejamos que nos cuente lo que quiera… y no, no es una visita guiada, sino más bien un intercambio de ideas sobre cómo ha cambiado su país, sobre las dos caras de los japoneses (que no son ni tan educados ni tan serviciales como se cree), etc. El hombre alucina cuando se entera de que ésta es nuestra tercera vez en Japón, jajajajajaa... Mientras hablábamos con él, aprovechamos para hacer alguna fotito desde la zona:
Al rato, nos despedimos y decidimos ir a
Cansadísimos, nos sentamos un rato, Laura se toma una crêpe y aprovechamos para hacer unas llamadas a familiares y amigos.
Al llegar a Shinjuku, decidimos ir a tomar un delicioso gyûdon, un cuenco de arroz con carne de ternera y cebolla por encima... ¡ñami! Y ale, al hotel a descansar y a mimir, que se nos ha hecho muy tarde y estamos... ¡muertos!
Próximo capítulo: Tokio
viernes, 9 de noviembre de 2007
Lost in Traslation IX - Kanazawa y llegada a Tokio
Lost in Translation IX – Kanazawa y llegada a Tokio
Viernes 17 de agosto
Hoy nos levantamos media hora antes de lo normal, para que Rumiko pueda recoger los futon y preparar el desayuno entre 7:30h y 8:00h, ya que hoy tenemos un tren que coger prontito. Aunque está muy bueno, empezamos a estar algo cansados de este desayuno típicamente de Kioto, jejejejee… pero bueno, disfrutamos el último desayuno de todas formas. Después de desayunar, recogemos todo y hacemos el check-out. Rumiko está con nosotros todo el rato, esperando a que terminemos, pues no sólo hacemos el check-out, sino que también mandamos la maleta grande a Tokio, ^_^. Llega el taxi, Rumiko nos ayuda con las maletas, con lo que pesan! Luego se espera fuera y cuando ya nos vamos, nos hace una reverencia de 90 grados de inclinación (la más respetuosa)... ¡increíble! Qué servicio, por favor... Vamos, que os recomendamos totalmente, por situación, servicio, y todo lo demás, el ryokan Gion Hatanaka!!!
A las 9:40h, cogemos el tren Raichô exprés hacia Kanazawa. Dormitamos un poco en el tren y finalmente llegamos a Kanazawa. Allí, en una estación de JR súper-fashion con forma de torii de madera moderno rodeado de una estructura acristalada, vamos a la oficina de información, a ver si nos pueden dar mapas y cositas. Delante de nosotros hay una pareja de italianos muy pesados, que no paran de pedir cosas y tontear con la chica de información, ¡cómo se enrollan!. Total, que tenemos que esperar un buen rato... casi parece que lo hacen a propósito. Al final, conseguimos un mapa y algo de información, y como vamos algo cargados con las cámaras y demás, cogemos un taxi al ryokan. Pero para que podáis ver que nuestra descripción de la estación es acertada, os dejamos con una fotito:
Cuando llegamos al ryokan, ¡vaya cambio! En comparación con el de Kyoto, éste es una mierda, jajajajaja… (A partir de ahora, Luis lo denomina "ryokan infecto" cada vez que se refiere a él, entre risas) En fin, hacemos el check-in, dejamos las maletas y nos vamos a comer a un típico restaurante de curry, muy pequeñito (está la barra y dos mesas, nada más) y sacado de los años sesenta, regentado por tres mujeres muy simpáticas. Nos sentamos en la barra y pedimos dos katsu-kare. Laura lo pide mediano y Luis se pasa pidiéndolo extra-grande, ¡y vaya si es grande! Lleva arroz por un tubo, jajajajaja... pero al final, el tío se lo come, jeejejeje. Es uno de los mejores currys que hemos tomado en Japón, sinceramente. ¡Qué buen sitio! Si es que es como en España, a veces los sitios más ‘cutres’ o menos ‘fashion’ son los mejores, jejejeje.
Después de comer, vamos al Starbucks a tomarnos un matcha frappuccino y organizar nuestra visita a la ciudad. Decidimos empezar por uno de los tres jardines más importantes de Japón, el Kenroku-en, así que cogemos las cosas y para allá que vamos. No sabemos muy bien cómo, acabamos en la otra punta de la ciudad. ¿Ein? ¿Qué ha pasado? Volvemos atrás y finalmente llegamos al jardín, con un calor de mil demonios, y totalmente destrozados del viaje en tren, el madrugón, y los días que ya llevamos en Japón, que se empiezan a notar en las piernas.Os dejamos con una de las fotos más típicas de los jardines:
El nombre (kenroku significa ‘combinación de seis’) hace referencia al famoso jardín de la dinastía china Sung que exigía seis atributos para la perfección: aislamiento, amplitud, artificialidad, antigüedad, agua abundante y vistas panorámicas. Este jardín abrió sus puertas al público general en 1871 y es más visitado en invierno, cuando para superar el peso de la nieve, las ramas de los árboles se suspenden en el aire atándolas a un poste que se sitúa en el centro de cada árbol, creando formas cónicas estilizadas, impidiendo que se rompan cuando caen fuertes nevadas. Damos un buen paseo por todo el jardín, vemos todo lo que hay que ver y llegamos a la conclusión de que este jardín no es para tanto ni tiene tanto que ver... el de Takamatsu, sin ir más lejos, nos gustó muchísimo más, aunque en su descargo, es posible que nuestro (mal) estado físico haya afectado :D. Os dejamos con una vista general:
Algo desilusionados con la visita al jardín, y muy cansados, vamos a ver la famosa puerta de entrada al castillo de Kanazawa, que es lo único más o menos original que queda en pie. La puerta, llamada Ishikawa-mon, fue reconstruida en 1788, es una entrada impresionante a los jardines del castillo, y bien merece la pena pasear por ella. Sin embargo, pasamos de acercarnos al castillo, una reproducción de 2001, pues no nos parece tan interesante. Os dejamos con una fotito de la puerta:
Caminando tranquilamente, volvemos al ryokan, donde nos encontramos a los italianos pesados de la oficina de información, ¡nooooo! Riéndonos, cogemos nuestras cosas y subimos a la habitación. Luis dice que huele mal, pero básicamente huele a tatami viejo (y sí, huele tan fuerte que tira para atrás…) ¡si es que vaya mierda de ryokan! Suerte que sólo pasamos una noche aquí, que si no… Vamos luego a los baños públicos, porque la habitación no tiene baño, claro. El de chicas está cerrado por dentro, así que Laura tiene que esperar un buen rato, sentada en un salón que no ha cambiado su decoración desde los años cincuenta y en yukata... Cuando sale la chica, le dice 'hola' a Laura en castellano... ¡española tenía que ser! Coñe, que son unos baños públicos, uno no se puede encerrar ahí a la ligera. En fin, al final Laura se da una ducha rápida y poco más. En el de hombres Luis se encuentra a otro italiano afeitándose hasta la cabeza, así que se mete un ratito en el onsen pero sale rápidamente.
Descansamos un rato en la habitación, hasta la hora de cenar. Damos una vuelta por la zona, en busca de comida ‘menos japonesa’ (sinceramente, estamos algo saturados de tanto arroz y tanto pescado, jejejeje). Pero no hay manera, todo lo que encontramos es híper-japonés (dónde está un buen steakhouse cuando lo necesitas? :P), así que cansados acabamos en un McDonald's, que siempre está bien tomarse una hamburguesa de teriyaki, jejejejeje... Allí nos reímos viendo cómo fashion-victims japonesas se arreglaban, pintaban y peinaban en la mesa... ¡qué pintas tenían! Después de cenar, vueltecita y a mimir… ¡qué cansancio!
Sábado 18 de agosto
Suena el despertador, y vamos a asearnos a la zona común. Allí, como no, nos encontramos a nuestros amigos italianos, ¡qué pesados son, por dios! Listos, hacemos el check-out, dejamos las maletas en el hall y nos vamos a desayunar.
El día anterior Laura había visto una 'panadería alemana' cerca, y para allá que vamos, a reírnos un rato con el concepto que los japoneses tienen de 'dulce': hay de todo, que si bollos de curry, bollos de judías rojas, bollos de fideos fritos, pizzas con trozos de rábano gigante por encima, jajajaja... Nosotros innovamos poco, cogemos unos bollos de chocolate y unos cafés y desayunamos tranquilamente.
Decidimos empezar el día visitando el barrio de samuráis, en el que quedan todavía muchísimas casas originales en pie, bien conservadas. Este distrito, el de Nagamachi, situado entre dos canales, tiene un encanto especial, con sus callejuelas estrechas y sus casas de tejas de barro. Además, hay un grupo de gente mayor sentada en el suelo, con sus pinceles y sus lienzos, pintando escenas del barrio, lo que le da a la zona un ambiente muy especial:
A continuación, cogemos el mini-bus turístico de Kanazawa (una furgoneta, literal lo de furgoneta, que da una vuelta circular a la ciudad) y vamos al antiguo distrito de geishas, un conjunto de callejuelas típicas japonesas fundado a principios del siglo XIX como centro para las geishas de la ciudad. La calle de Higashi Chayagai conserva, todavía hoy, el aspecto romántico de antaño, con fachadas de listones de madera. Damos un buen paseo por la zona, aunque nos decepciona un poco, pues pensábamos que sería más grande y con un encanto más especial. Eso sí, entramos en varias tiendas y compramos algunas cosillas, jejejeje.Aquí tenéis a Luis:
Decidimos volver andando al hotel, pasando por el famoso mercado de Ômichô, lleno de marisco y pescado... ¡qué animación! En poco menos de media hora, llegamos al ryokan, cogemos nuestras cosas y vamos a esperar al bus para ir a la estación de tren. Hacemos fotos en la estación, muy chula ella, y subimos a la tercera planta, donde están todos los restaurantes, para comer. Acabamos comiendo un delicioso setto de katsudon con soba fríos... ¡delicioso! (y que además supone el reencuentro de Laura con los soba fríos, que hasta ese momento no había parado de decir "no me gustan nada").
Esperamos un rato en el andén a que venga el tren que nos lleva a Tokio y como hace un calor espectacular (en todos sitios dicen que se están batiendo los récords de temperaturas de antes de
Con puntualidad ferroviaria japonesa, llega el tren y ale, subimos y nos quedamos bien fritos. Al rato, viene el revisor, le enseñamos nuestros billetes y nuestro pase de JR y nos empieza a decir que nos faltan otros billetes. Ante nuestra cara de incredulidad, nos pregunta si sabemos inglés, le decimos que sí y nos da un papelito donde viene todo explicadito en inglés: parece ser que pasamos por una zona que no es propiedad de
Finalmente, después de pasar por una zona preciosa de alta montaña, nos bajamos en Echigo-Yuzawa, un punto muy concurrido sobre todo en invierno, pues es la puerta de entrada a los Alpes japoneses, y cogemos el shinkansen hacia Tokio. El viaje es aburrido, pues todo son túneles y plataformas elevadas, hasta llegar al área metropolitana de Tokio. Decidimos bajarnos en Ueno y coger la línea de tren Yamanote hasta Shinjuku, donde tenemos nuestro hotel. El trayecto es larguito, pero en poco más de media hora llegamos al Hotel Century Southern Tower... ¡qué pedazo de hotel! Las primeras plantas del edificio son oficinas, mientras que la recepción del hotel está en la planta 20, jejeje. Llegamos, hacemos el check-in y allí está nuestra maleta, esperándonos. ¡Qué maravilla de servicio! Nos dan habitación en la planta 32, dando a la estación de Shinjuku: ¡tenemos enfrente las torres del gobierno metropolitano de Tokio! Es una pasada de habitación, Luis dice que parece la película 'Lost in Translation', y es verdad… por la ventana sólo vemos luces de neón, luces blancas y las típics luces rojas de los rascacielos de Shinjuku… una maravilla.
Dejamos las cosas, nos damos una ducha rápida y vamos a pasear por este bullicioso barrio de Shinjuku, sorpendiéndonos de la marabunta que hay por la calle. Delante de nuesto hotel, justamente, se encuentra la primera tienda de Krispy Kreme Doughnouts y los japoneses, como son así como son, ^_^, ¡venga a hacer cola para comprar donuts! Vimos colas de más de una hora casi todos los días, una locura:
Paseamos, y paseamos, y paseamos y acabamos cenando en un hindú con mucha marcha, ¡cómo mola! Luis no para de decir que le encanta Tokio, que le encanta Shinjuku, con sus luces de neón, sus gentes, sus trenes, su bullicio... y la verdad es que sí, que tiene un encanto especial.
Próximo capítulo: Tokio
martes, 6 de noviembre de 2007
De aquí para allá
El sábado teníamos que acudir a la boda del exvecino de Luis (de cuando Luis vivía en casa de sus padres), Víctor, que se casaba con Raquel. Para tan importante ocasión, ^_^, decidí hacer algo que nunca había hecho antes para ir a una boda: ir a la peluquería (con los pelos locos que tengo, ¡algo tenía que hacer!), jajajajaa... después de más de diez años con el pelo corto, fue toda una experiencia eso de ir a la pelu para que me "peinaran". Así que ale, el sábado por la mañana para allí que me fui... después del desastre de peinado que me hicieron en una peluquería 'moderna', decidí tirar por lo más 'normalito' y acudir a una peluquería del barrio... y muy de boda me dejaron, sí señor. ¡Qué raro fue verme con ese pelo! Mirad, mirad (esta foto está especialmente dedicada a mi mami, que seguro que le hace ilusión verme con el pelo largo, jejejeje):
Y otra, por si acaso:
Y os dejamos con una foto con los novios, sonrientes y felices:
El domingo a las 18h, después de recuperarnos de la resaca y el cansancio, nos acercamos al colegio de los Salesianos, en el Paseo de Extremadura, para ver a su grupo de teatro musical amateur, Amorevo. Hacía unas semanas había reservado entradas para ver su versión en español del musical Hairspray, así que para allá nos fuimos.
El teatro del cole a tope, la media de edad de los actores 16, todo amateur y gratis... ¡y qué profesionalidad! Al llegar, recogimos las entradas, nos dieron un programa de la función, nos acompañaron a nuestras butacas, en fin, muy profesional todo... pero cuando se alzó el telón, ¡ya sí que alucinamos! ¡Qué bien cantan y bailan y actuan estos niños! Increíble de verdad. Maravilloso montaje, maravillosa traducción/adaptación, maravillosas voces... todo increíble. Sinceramente, te hace volverte todavía más estricto y crítico con otros montajes que hay por ahí, profesionales, se supone, por los que hay que pagar 60€. Esta gente, con sus medios, hace un espectáculo muy decente (vale, los decorados no son la ostia, pero a pesar de todo dan el pego), además de buscar siempre musicales que no se hayan hecho en España, para así poder hacer todo el proceso, desde la traducción y adaptación de letras y diálogos, hasta la puesta en escena final.
El elenco está formado por un montón de estudiantes de los Salesiandos (cada papel tiene dos o tres actores), pero nosotros vimos a Andrea Rodríguez (Tracy Turnblad), Antonio Salvador (Edna Turnblad), Ignacio Cano (Wilbur Turnblad), Félix Fernandez (Link Larkin), Laura Alicia Rubio (Amber von Tusse), Soledad Martínez (Velma von Tusse), Alvaro Amat (Seaweed Stubbs), Laura Sánchez (Penny Pingleton) y Adrian Guevara (Corny Collins) entre muchos otros. A todos ellos y al resto del equipo, ¡muchas felicitaciones desde aquí!
A esta gente es una auténtica gozada ir a verlos y de seguro que no será la última vez que vayamos, porque quedamos taaaaaaaan alucinados... os lo recomendamos de verdad. Os dejamos con alguna fotito, para que véais de qué hablamos (todas las fotos están sacadas de la web de Amorevo, por si os interesa ver alguna más):
¡Despierta Baltimore!
Guapos del lugar:
Es laaaaaca:
¡Besitos!
Lau
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Went to a wedding last Saturday and I had to go to the hairdresser's (i had never done that before exclusively to attend a wedding, as i had my hair quite short for a long time!), which was exciting! And then, on Sunday, we went to see an amateur performance of Hairspray, which was absolutely brilliant.
Love